lunes, 11 de diciembre de 2006

LA MEJORADA VILLA DEL COTUI


Sánchez Ramírez es una de las 32 provincias de la República Dominicana. Fue creada al dividirse la provincia Duarte en 1952. Se le dio el nombre del Brigadier Juan Sánchez Ramírez (nativo de Cotuí), héroe de la batalla de Palo Hincado (1808) en la cual los dominicanos vencieron a las fuerzas de ocupación francesas para preservar su cultura y su identidad conformada en más de tres siglos de historia.

Limita al Norte con la provincia Duarte, al Este y Sur con la provincia Monte Plata y al Oeste con las provincias Monseñor Nouel y La Vega.
Lo que es hoy la provincia Sánchez Ramírez, se inicia con la fundación de Cotuí, su municipio cabecera, que conforme a la obra "La Mejorada Villa del Cotuy", cuyo autor es Francisco A. Rincón, esta población fue la décima de 17 villas que mandó a poblar el comendador mayor Frey Nicolás de Ovando mientras era gobernador de la colonia entre 1502 y 1509.

Dice además en su libro que la fundación de Cotuí se debió a la abundante cantidad de oro encontrado en las minas ubicadas exactamente en el lugar donde existía una comunidad indígena llamada Cotoi, que era a la vez un Nitaíno del Cacicazgo de Maguá. Los conquistadores destruyeron el Nitaíno y fundaron sobre sus ruinas una comunidad española en 1505, bautizándola con el mismo nombre Cotuí, convirtiendo a los indios en esclavos con el fin de usar su mano de obra en la explotación del preciado metal.

Sin embargo, la fundación de Cotuí no fue un hecho al azar, ya que la elección de esta villa respondía a un objetivo básico y a un interés específico, fue el interés que motivó a los soberanos españoles a otorgar su respaldo al proyecto de Colón, el cual consistía en cruzar el gran oceáno en busca de oro y especias, ambas cosas muy necesarias en aquella época para la vida de los pueblos de Europa, y precisamente oro había en abundancia en esta aldea ubicada en el mismo corazón del Cibao.

Pocos años después de su fundación Cotuí exhibía característica de ciudad, Alvaro de Castro, un personaje, por cierto muy controversial, conforme a Mario Concepción en su obra: "La Concepción de La Vega", se atribuyó la construcción de la primera iglesia de Cotuí, dijo además que fue el primero que puso en la iglesia de la pequeña población el santísimo sacramento y celebró la primera misa.

Parece, de acuerdo a lo expuesto por el historiador dominicano Leonidas García Lluberes en la página 43 de su obra: "Crítica Histórica", que en el 1514 o 1515, Cotuí padeció un decaimiento, lo que se le atribuye a la extinción prematura de los indios en las labores de las minas, pero debido al gran trabajo de los esclavos africanos, ya para 1519 Cotuí había resucitado mejorada, reabutizándose con este nombre de La Mejorada. Por el motivo ya citado y porque fue el padre Jerónimo Fray Luis de Figueroa quien la denominó así debido a que era el nombre de un monasterio en España del cual él (Figueroa) era el Prior.

En 1533 Cotuí adquirió categoría de villa, entonces comenzó a conocerse como La Villa Mejorada del Cotuí. A mediados del siglo XVI La Mejorada del Cotuí fue azotada por una plaga de hormigas, la cual ya había matado algunos niños recién nacidos, Carlos Nouel, en su "Historia Eclesiástica de Santo Domingo" se refiere a este aspecto. Estas calamidades fueron acompañadas de la necesidad perentoria de los cotuisanos de alimentarse, entonces buscaron en la tierra nuevo medio de producción, y como la tierra minera no era apta para la agricultura, no tuvieron otra alternativa que abandonar el lugar, realizando un asentamiento definitivo en una sabana aproximadamente a dos millas del río Yuna, exactamente donde está ubicado en la actualidad.

En el siglo XVI, el historiador Nieto Valcácer realizó una minuciosa investigación en este lugar por orden de la monarquía española, según comenta Rincón en su obra Página 29, dio el informe de que encontró las ruínas de una ciudad española que daban señales inequívocas de que allí se había originado un fenómeno telúrico devastador, por tanto no se puede descartar la hipótesis, continúa Rincón, que el terremoto que destruyó la ciudad de La Concepción de La Vega en 1562, fuera el mismo que terminara de destruir La Villa del Cotuí y provocara el hundimiento de sus minas.

A mediados del siglo XVII, Cotuí se había convertido en una de las principales ciudades de la parte norte de la Isla de Santo Domingo, sus moradores al darse cuenta que tenían mucho en común con los demás pueblos del territorio isleño, fueron de los primeros que se levantaron en defensa de la nacionalidad. En mayo de 1655 Santo Domingo fue invadido por más de diez mil ingleses, con el objetivo de tomar por asalto la capital y luego apoderarse de toda la isla. Treinta y siete especializados lanceros cotuisanos se trasladaron a Santo Domingo a defender la ciudad, ellos fueron: el Alféres don Alvaro Otáñez, Blas Pérez, Francisco Matheo, Antonio Suarez Otáñez, Don Alonso de Joan de León, Andrés Hernández, Diego Monegro, Joseph Reinoso, Cristóbal Reinoso, Asencio Méndez, Julio Martín Benito, Julio Díaz Pizaña, Luis Daza, Diego Rodríguez, Hernando Gallego, Gaspar de Peralta, Luis Germán Francisco Pérez, Andrés de Rivera, Cristóbal Louis, Jerónimo Hernández Gallego, Andrés Hernández, Juan de la Torre, Francisco Ruiz, Diego Pimentel, Don Julio Gallegos, Pedro Sanchez Raya, Antonio de Mendoza y Luis García.

La audacia y el valor de hombres decididos volvió a manifestarse en los cotuisanos, 18 años después que la furia de sus espadas hicieran estragos en los predios invasores para impedir que se tomara por asalto la ciudad de Santo Domingo.

Para el año 1673, las principales ciudades de la región: Santiago, La Vega y El Cotuí habían sido sometidas a constantes agresiones de filibusteros, los cuales instalaron su base en la Isla Tortuga y lograron apoderarse de Samaná, donde podían llevar a cabo sus actividades vandálicas contra estas tres ciudades del Cibao. Cansados de las frecuentes incursiones de estos intrusos, los cotuisanos decidieron expulsarlos a sangre y fuego de Samaná, ya que los invasores habían establecido una especie de colonia en este lugar encabezados por su comandante Beltrán Ogeron, quien no tuvo más remedio que abandonar el codiciado territorio.

Otra gran hazaña de los cotuisanos fue su participación masiva y decidida en la gloriosa batalla de Palo Hincado el 7 de noviembre de 1808. El brigadier nativo de Cotuí fue a la lucha acompañado de más de un centenar de cotuisanos a la cabeza de los cuales iba su hermano Remigio Sánchez Ramírez y Bernardino Suárez. Juan Sánchez Ramírez se colocó como líder de los dominicanos para derrotar a los franceses en la memorable batalla, luego bajo su dirección los dominicanos arrojaron a los extranjeros de este territorio, mediante la lucha histórica denominada La Reconquista, porque los dominicanos en este proceso reconquistaron su nacionalidad y preservaron su identidad. Juan Sánchez Ramírez nació en 1762 en la casa de sus padres frente a la Plaza de Arma en el centro de la ciudad de Cotuí. Era su padre Miguel Sánchez, rico terrateniente de la época y destacado oficial de milicias,ocupó por varios años la Comandancia de Arma de Cotuí y Francisca Ramírez su madre,además otro hermano de Juan Sánchez fue Rafael Sánchez Ramírez, Juez de Paz en Cotuí el año 1825. El brigadier casó en la parroquia Inmaculada Concepción de Cotuí con Josefa Pichardo y Delmonte, del matrimonio nacieron dos hijos, Juana y luego José, ambos bautizados en la indicada parroquia.

En la lucha por la Independencia y luego por la Restauración de la República, también se destacaron un sin número de cotuisanos, los más notables fueron: el Presbítero Juan Puigvert, coronel José Valverde, Basilio Gavilán, Esteban Adames, Francisco Suriel, José Epifanio Márquez y Tomás Castillo. El 24 de junio del 1844, Cotuí recibió la honorable visita del Padre de la Patria Juan Pablo Duarte y Diez.

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